Matilda Kshesinskaya en el exilio: la nueva vida de una bailarina rusa.

## Matilda Kshesinskaya en el exilio: la nueva vida de una bailarina rusa.

Matilda Kshesinskaya fue una de las grandes bailarinas rusas del Siglo XX, alcanzando fama y éxito como una de las primero figuras de la Escuela de Ballet de San Petersburgo y el Teatro Maríinski. Sin embargo, el comienzo de la Revolución Rusa en febrero de 1917 trajo consigo su exilio.

Aquí está una visión de su difícil vida en el exilio:

**Su emigración**

Tras el comienzo de la Revolución, Kshesinskaya se dirigió a Crimea con varios miembros de su familia. Más tarde, en julio de 1917, se estableció en Suiza y comenzó a repartir sus actuaciones por los países europeos.

**En la República de Georgia**

En 1922, se estableció en la República de Georgia y abrió su propia escuela de ballet. También patrocinó la compañía estatal de ballet en 1924.

**Su trabajo londinense**

A finales de 1925, Matilda se mudó a Londres. Estuvo allí trabajando durante varios años, dando clases de ballet y dirigiendo la ‘Matilda Kshesinskaya Ballet School’.

**Su vida en Francia**

En 1933, Matilda se trasladó a París y trabajó como directora artística de una compañía de baile. Se convirtió en una de las bailarinas más reputadas de Francia.

**Regresar a casa**

En 1961, Matilda regresó a la Unión Soviética, donde fue honrada con el sobrenombre de ‘Princesa del Ballet’. Murió en 1991 a los 103 años.

En resumen, Matilda Kshesinskaya fue una bailarina talentosa y brillante que vivió su vida de exilio de manera heroica. Su trabajo en Francia y Londres fue un gran legado para la danza clásica, demostrando que nada podía detener su pasión. Al regresar a casa, recibió un reconocimiento por su Talento, llevando a la danza rusa a un nuevo nivel.

Matilda Kshesinskaya en el exilio: la nueva vida de una bailarina rusa

Matilda Kshesinskaya fue una famosa bailarina rusa en la época del tsar Nicolás II. En 1917, durante la Revolución Rusa, Kshesinskaya tuvo que exiliarse a Francia con su esposo, el Gran Duque Andrei Vladimirovich.

Durante el exilio, Matilda intentó darle un nuevo giro a su vida:

  • Fundó su propia escuela de baile. En 1920, Matilda abrió la Escuela Matilda Kshesinskaya en París, que se centraba en la formación de bailarines clásicos rusos. La escuela se convirtió en un lugar importante para los bailarines rusos exiliados.
  • Compuso y escribió un libro. En 1923 Kshesinskaya publicó un libro de sus memorias de su exilio, «Un Toque Plateado». El libro se convirtió en un éxito inmediato y fue adaptado a la pantalla en 1932.
  • Continuó actuando. Kshesinskaya continúo actuando en el exilio. Estuvo en el elenco de numerosas producciones teatrales y realizó numerosos conciertos durante toda su carrera.

Matilda Kshesinskaya se convirtió en una figura importante durante el exilio del baile ruso. Su trabajo influenció a generaciones de bailarines y ayudó a preservar el legado de la danza rusa. Murió en 1991, a los 103 años de edad, dejando un legado duradero.